Decido si me voy o me quedo

 

Me he enfrentado muchas veces a los cambios, y si te soy sincera también he buscado una vida mejor con ellos. Sin embargo no siempre lo conseguí.

 

Algunas de esas decisiones me trajeron más problemas y quebraderos de cabeza de lo que me pude imaginar. Y eso ocurrió porque tomé la decisión desde la lógica, desde la cabeza y no hablando con mi corazón. Ese si sabe que es lo mejor, es un buen consejero, te lo recomiendo.

 

Hace años tenía mi centro de terapias ubicado en el primer piso de un adosado donde además vivía. Me iba muy bien y pensé en tener más espacio y separar aún más mi vida personal de la laboral.

 

Venía de haber alquilado y luego vendido mi casa y vivido en un piso grande cerca de allí. Así que si ese cambio me fue bien pensé que el siguiente sería igual o mejor. Pero no fue así.... de hecho fue fatal.

 

En mi búsqueda de más espacio elegí una vivienda que estaba muy estropeada y acepté la palabra del dueño que me dijo que la arreglaría. No escuché a mi pareja que me decía que en ese tiempo era imposible.

 

No escuché el sueño que tuve en el que casi nos sacaban de esa casa a golpes. No escuché a mi interior que me decía que eso no era como yo quería. Ni siquiera el mensaje de mis Guías que cuando ya estaba dentro me decían que me mudaría.

 

La cuestión es que el cambio podía haber sido de otro modo. Si, si yo revisase lo que quería era más ayuda y un lugar más separado para trabajar. Pero en si, la casa donde vivía estaba bien para vivir. Quizá el cambio era separar. 

 

Pero sobretodo el cambio radicaba en que conociese mis limitaciones, y buscase ayudarme y no darme más trabajo.

 

Después de hace análisis profundo vi que esa casa me atraía por lo grande que era. Revisé que en mi infancia vivir en un chalet grande significaba para mi seguridad, ya que de niña mi familia vivió muchos cambios, accidentes, muertes repentinas, pérdidas de trabajo y de dinero ... lo único que estaba siempre era la casa donde me crié.

 

Ese análisis no fue fácil, pero me sirvió algunas de las herramientas y de las preguntas que conozco y fui aprendiendo. Al final esa casa no era la herramienta para trabajar, era un modelo de tranquilidad que yo podía haber instalado de otro modo en mi interior y ahorrarme un cambio así de difícil. 

 

Namaquiel nos enseña que si no conectamos con la esencia que buscamos en ese cambio no lo vamos a conseguir. Y probablemente volveremos a cambiar de pareja, de trabajo, de vivienda ....

 

A mi ya no me va a pasar y si quieres conocer qué te está influyendo en las decisiones que tomas desde tu infancia, te recomiendo que hagas un viaje interior

 

Puedes hacerlo sólo o puedes hacerlo conmigo, con mi experiencia y con los ejercicios que te planteo.

 

No es para todos, es para lo que quieren mirar adentro de verdad.

 

Si eres de ese 1% de la sociedad pincha aquí.

 

 

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